jueves. 25.04.2024
La prueba piloto funciona en el Gironès y Pla de l'Estan y ha evitado ingresos hospitalarios

El programa de hospitalización domiciliaria en salud mental atiende más de 70 personas en un año

El objetivo del programa es tratar la persona dentro de su entorno familiar y social para reducir así el estigma y el trauma que implica un ingreso hospitalario, evitándolo

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El equipo lo integran un psiquiatra y dos diplomados de enfermería

Ahora habrá hecho una año que el Instituto de Asistencia Sanitaria puso en marcha el primer programa de alternativas a la hospitalización en salud mental en comarcas gerundenses. Se trata de un programa de atención domiciliaria intensiva en personas que presentan una situación de fragilidad debido a su estado de salud mental en un momento determinado de su vida. El objetivo del programa, que funciona como prueba piloto en el Gironès y Pla de l'Estany, es tratar la persona dentro de su entorno familiar y social para reducir así el estigma y el trauma que implica un ingreso hospitalario.
 
El programa de hospitalización domiciliaria, integrado por un psiquiatra y dos diplomados de enfermería, ha atendido 72 personas desde que se puso en funcionamiento. De este total, un 47,8% de los usuarios tienen un trastorno afectivo, un 29,9% trastornos psicóticos y el 22,3% restante, trastornos de ansiedad y otros problemas de salud mental. Los casos son derivados del centro de salud mental, donde se realiza el seguimiento ambulatorio del paciente. Son personas que en un momento dado presentan un malestar que hace sospechar que hay un riesgo o una descompensación y que, por tanto, se debe actuar rápido para devolver la persona a su estado de bienestar y evitar un ingreso.

El equipo interviene a domicilio, con el paciente, la familia y su entorno. Según explica el psiquiatra del equipo, Nayef Fadel, la clave del programa radica en "una intervención muy individualizada y flexible, pactada con la persona, que se presta al tratamiento de manera voluntaria". "Lo que podemos llegar a hacer con la persona en su lugar de vida, difícilmente se puede llevar a cabo en un entorno hospitalario", afirma el psiquiatra.

El equipo atiende unos diez casos a la vez y la hospitalización domiciliaria del usuario oscila entre dos y seis semanas, con una intensidad inicial de visitas diarias que disminuyen progresivamente a uno o dos días a la semana, de acuerdo con la mejora del paciente. Los profesionales del programa hacen el tratamiento farmacológico, psicoterapéutico y la inclusión de la familia. Se coordinan con el centro de salud mental de la persona atendida y otros dispositivos de la Red de Salud Mental y Adicciones, en su caso, y trabajan su incorporación a otros recursos disponibles en la comunidad que la pueden beneficiar como los grupos de ayuda mutua (GAM), los grupos de voces o centros ocupacionales, por citar unos ejemplos.

La efectividad de los equipos móviles

El programa de hospitalización domiciliaria forma parte del desarrollo de nuevos recursos comunitarios que el Instituto de Asistencia Sanitaria puso en marcha a finales del año 2017. Se suman, entre otros, los siete equipos PSI (Plan de Servicios Individualizados), un programa de atención individualizada dirigido a personas que tienen un trastorno mental severo. En este caso, los profesionales ayudan al usuario a vincularse a los servicios sanitarios y sociales que necesita en su lugar de residencia.

Así, la persona afectada aprende a utilizar de forma adecuada recursos existentes de todo tipo para tener sus necesidades cubiertas. Los PSI consiguen mejorar la inclusión social de la persona atendida e incrementar su responsabilidad personal para con las propias dificultades y problemas, así como una mejora notable de la salud física y el apoyo social. En estos momentos se dispone de cuatro PSI en el Gironès-Pla de l'Estany, dos en el Alt Empordà, dos en el Baix Empordà y cuatro más que atienden la Selva marítima, la Selva interior, la Garrotxa y el Ripollès. Hay que añadir los equipos especializados que atienden a las personas sin hogar en Girona y Salt.