sábado. 20.04.2024

La aparición de nuevos tratamientos dirigidos a la cura de enfermedades graves ocupan siempre grandes titulares, y no es para menos, cualquier avance en la lucha contra el cáncer, sida o hepatitis, por citar algunas de las más serias, es una victoria que merece ser conocida. Sin embargo, hay técnicas que facilitan y aportan seguridad a la realización de importantes pruebas clínicas e incluso a cirugías tan complicadas como la neurológica, y son grandes desconocidas. Incluso cuando ya están en funcionamiento en alguno de los centros médicos de referencia del país, como es el ecógrafo digital integrado en un neuronavegador con el que cuenta el Hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona.

El neurocirujano Francisco Martínez-Ricarte, coordinador de Neurooncología y Radiocirugía del Servicio de Neurocirugía del Hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona, ofreció hace dos semanas un curso de dos días acerca de los ultrasonidos y su utilidad en neurocirugía a neurocirujanos venidos de diferentes países de Europa, donde explicó las ventajas del ecógrafo digital de BK medical y la utilidad de poder integrarlo con el neuronavegador de Brainlab. En estas jornadas se presentó la última actualización del software de integración entre el ecógrafo y el navegador (disponible en pocos centros en el mundo y que en España únicamente se encuentra en el Hospital de la Vall d’Hebron). Martínez-Ricarte explica a NewsMedical las mejoras que aporta esta técnica para el profesional y el paciente.

¿Qué ventajas ofrecen los ultrasonidos respecto otros métodos utilizados hasta el momento en neurocirugía?

Los ultrasonidos permiten obtener una imagen intraoperatoria a tiempo real que te va guiando durante la intervención, de modo que permite monitorizar el grado de resección tumoral, la localización de lesiones vasculares y la realización de biopsias sin necesidad de interrumpir la intervención ni emitir radiación y de una forma muy rápida. Si además tienes la suerte de poder tener el ecógrafo integrado con el navegador esto mejora aún más sus prestaciones. Existen otros métodos de adquirir imagen intraoperatoria, como el escáner o la resonancia magnética, pero ambos implican detener la intervención, adquirir la imagen y luego continuar o no con la intervención. Son mucho más caros que la ecografía y se tarda mucho más tiempo en conseguir las imágenes. Esto no quiere decir que la ecografía sea mejor que el escáner o la resonancia, las tres herramientas son complementarias y cada una de ellas es mejor que las otras dos en algún campo. Sin embargo, a nivel coste/beneficio creo que la ecografía es superior a las otras, sobre todo si está integrada con el neuronavegador, como es nuestro caso.

¿A qué enfermedades beneficia esta técnica?

Ayuda en la cirugía de la mayoría de patologías del sistema nervioso central (tanto cerebral como de médula espinal) en las que se necesite localizar alguna lesión o estructura:  en neurooncología, para la resección de los tumores tanto cerebrales como medulares; en neurocirugía vascular, para la evacuación de hematomas, cavernomas, malformaciones arteriovenosas, etc. Y también es útil para la colocación de catéteres o realizar biopsias.

¿Tendrá próximamente más aplicaciones en neurocirugía?

Se está trabajando en el desarrollo de sondas más pequeñas para poder utilizarlas a nivel de cirugía endoscópica, sobre todo transnasal. 

¿Hay falta de expertos en esta materia en nuestro país?

Por desgracia aún son pocos los neurocirujanos que utilizan los ultrasonidos en intervenciones neuroquirúrgicas, aunque eso esta cambiando y cada vez somos más, pero queda mucho camino por recorrer.

Muchas enfermedades neurológicas están también relacionadas con la edad. ¿Esta técnica es aplicable a pacientes de edad avanzada? ¿y en niños?

Se puede aplicar en cualquier edad porque es una técnica que no emite radiación y no tiene efectos adversos. Cada vez hay más centros pediátricos que los utilizan de forma rutinaria

¿Podría ser el fin del tratamiento farmacológico para algunas personas con epilepsia o la solución a angiomas cerebrales cavernosos inoperables?

La ecografía nos permite localizar mejor las lesiones en quirófano, y mejoran el grado de resección quirúrgica, pero no es un tratamiento “per se”.

Como experto en neurocirugía, ¿cuál es su próximo objetivo?

Espero seguir avanzando en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con tumores cerebrales. Todavía hay un gran camino que recorrer y para ello es fundamental que los neurocirujanos, por una parte, nos impliquemos más en labores de investigación y desarrollo y, por otra, que nos subespecializemos en neurooncología. Debería desterrarse la figura del “neurocirujano omnipotencial”,  que igual opera un aneurisma cerebral que un glioma o hace una fijación de columna. Los neurocirujanos dedicados a la neurooncología deberían centrarse en este tipo de patologías, del mismo modo que existen especialistas en neurocirugía vascular o de raquis (columna).