Aunque en muchas ocasiones no está en nuestra mano ser más felices, sí podemos intentar cambiar nuestra actitud ante los problemas, porque incluir la sonrisa como elemento básico en nuestro estilo de vida sí que depende de nosotros y nosotras, resalta la ONG.
Bases científicas
Existen cada vez más evidencias científicas. 5.000 estudiantes universitarios observados durante más de 40 años proporcionaron
pruebas de que los más optimistas vivieron más. Y los comportamientos vinculados al optimismo redujeron las hormonas
relacionadas con el estrés.
La sonrisa como hábito saludable
Es el momento de mejorar la salud añadiendo tanto la sonrisa como nuestro esfuerzo para evitar el enfado crónico en la medida de lo
posible, entre nuestros hábitos saludables (junto a comer sano, hacer ejercicio, evitar la obesidad, eliminar los hábitos tóxicos como
tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol).